martes, 8 de marzo de 2011


Eva Mª Méndez Rodríguez
Dpto. Biblioteconomía y Documentación
Universidad Carlos III de Madrid
La Web Semántica:

una web "más bibliotecaria"
Un artículo de Eva Mendez Rodriguez que pretende dar un acercamiento a el concepto de web semántica y una web más estructurada, además, todo esto para optimizar la  recuperación de información. 

AQUÍ UN ABRE BOCAS:
Al igual que ocurre en otras disciplinas, en la nuestra, la Documentación, cada cierto tiempo aparecen nuevos temas que, por su utilidad para nuestra profesión, por el potencial de desarrollo que tienen e incluso por su cripticismo designativo o por su complejidad conceptual, se ponen de moda. Esto es justamente lo que ha ocurrido con la Web Semántica (SW) que, a pesar de que no es un concepto tan nuevo, sino que responde, más bien, a la idea original que tenía Tim Berners Lee en 1989 de la Web, en los dos últimos años se ha convertido en un tema recurrente no sólo para informáticos y tecnólogos, sino también para los profesionales de la información que buscamos respuestas para responder al complejo mundo de la Web.
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Motores de búsqueda de información científica y académica


Lluís Codina. Motores de búsqueda de información científica y académica [en linea]. "Hipertext.net", núm. 5, 2007. <http://www.hipertext.net>

Hay evidencias de que la difusión y, si se nos permite, la promoción del conocimiento, actividad característica de la Documentación, está entrando en una nueva era. Hasta hace
poco, la Web había demostrado de sobras su formidable capacidad para actuar como un agente de primer orden en la difusión de la comunicación y de la cultura. Faltaba el elemento de la ciencia y de la información académica.

Contrasta este giro de los motores de búsqueda hacia el mundo académico con su "desentendimiento" del proyecto de la Web Semántica que lleva a cabo el WWW Consortium con un amplio apoyo de instituciones científicas de todo el mundo. No deja de ser curioso que, en esta nueva etapa que está abriendo los motores ninguno de los tres actores (Google, Elsevier, Microsoft) haya considerado incluir alguno de los aspectos de la Web semántica, tales como el uso de ontologías. Tal vez se trate de iniciativas ambas demasiado tempranas como para que puedan pensar en unirse. Probablemente, será necesario que antes maduren cada una de ellas por separado antes de que puedan pensar siquiera en unir esfuerzos. Aún así, es un pena la mutua ignorancia en la que parecen vivir la Web semántica por un lado y los motores de búsqueda por otro.
En todo caso, estas novedades en la búsqueda auguran una nueva etapa en la forma en la cual se gestionará y se difundirán los conocimientos científicos. De momento, las evidencias son muy prometedoras. Corresponde a los documentalistas-bibliotecarios seguir jugando, pero ahora de acuerdo al nuevo esquema de la Web, el imprescindible papel promotor del conocimiento que nos ha sido siempre tan característico.