|  | 
Hay evidencias de que la difusión y, si se nos permite, la promoción  del conocimiento,    actividad característica de la Documentación, está  entrando en una nueva era.    Hasta hace
poco, la Web había demostrado de sobras su formidable capacidad para actuar como un agente de primer orden en la difusión de la comunicación y de la cultura. Faltaba el elemento de la ciencia y de la información académica.
poco, la Web había demostrado de sobras su formidable capacidad para actuar como un agente de primer orden en la difusión de la comunicación y de la cultura. Faltaba el elemento de la ciencia y de la información académica.
Contrasta este giro de los motores de búsqueda hacia el mundo  académico con    su "desentendimiento" del proyecto de la Web Semántica  que lleva a cabo el WWW    Consortium con un amplio apoyo de  instituciones científicas de todo el mundo.    No deja de ser curioso  que, en esta nueva etapa que está abriendo los motores    ninguno de los  tres actores (Google, Elsevier, Microsoft) haya considerado incluir     alguno de los aspectos de la Web semántica, tales como el uso de  ontologías.    Tal vez se trate de iniciativas ambas demasiado tempranas  como para que puedan    pensar en unirse. Probablemente, será necesario  que antes maduren cada una de    ellas por separado antes de que puedan  pensar siquiera en unir esfuerzos. Aún    así, es un pena la mutua  ignorancia en la que parecen vivir la Web semántica    por un lado y los  motores de búsqueda por otro.
En todo caso, estas novedades en la búsqueda auguran una nueva etapa  en la    forma en la cual se gestionará y se difundirán los  conocimientos científicos.    De momento, las evidencias son muy  prometedoras. Corresponde a los documentalistas-bibliotecarios    seguir  jugando, pero ahora de acuerdo al nuevo esquema de la Web, el  imprescindible    papel promotor del conocimiento que nos ha sido  siempre tan característico.
 
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario